(En este mismo blog, podrás encontrar otro artículo y enfoque sobre el desapego que te recomiendo también leer)
Aparigraha, el desapego, es el último de los Yamas -o acciones a evitar- que componen el Karma Yoga o Yoga de la acción.
Aparigraha nos habla del desapego… pero ¿qué es realmente apegarse?
Desde que nacemos estamos en interrelación con personas, en espacios y contextos que nos son familiares y nos dan seguridad. Conforme vamos creciendo estos lazos se van modificando y encontramos nuevas personas o espacios que nos generan esa seguridad y confianza. Este es el flujo natural de la vida, donde vamos avanzando como en un videojuego por casillas, completando pasos en la vida: niñez, adolescencia, estudios, pareja, salir de la casa familiar, crear propia familia o propia forma vital, crear tu propio espacio, trabajo y cambio de trabajo, etc.
Si vemos el proceso así de natural, nos damos cuenta de que conforme vamos avanzando por las casillas no nos aferramos a ningún espacio ni ninguna persona.
Pero claro, la vida no es un videojuego. Porque a veces avanzamos casillas pero seguimos enlazadas laboral, personal o emocionalmente con otras situaciones. La vida no es lineal, no es un paso a paso sino una serie de interrelaciones que nos van marcando los días y las vivencias.
Cuando no somos capaces de dejar ir algunas relaciones que ya no forman parte de la siguiente etapa de la vida, es cuando tenemos el apego. Pero desapegarse no significa pasar de la gente y dejarla atrás. Claro que puede seguir en tu vida, pero no con la necesidad de que esté en tu vida, inexorablemente.
Aparigraha, el desapego, en el siglo XXI es todo un reto ya que vivimos en sociedades donde hay siempre una incitación a consumir y comprar. En marketing hay una estrategia que se llama «punto de dolor» del cliente. Lo tocas, luego entregas la solución y la gente te compra. Vivimos siempre con la idea de que «necesitamos«, de manera que nos apegamos a ir cubriendo esas necesidades.
Ahí es cuando la necesidad se vuelve dependencia y genera sufrimiento. Cuando no «tienes» aquello de lo que dependes, puedes sentir malestar, ansiedad, tristeza, angustia, depre, sensación de vacío…
Necesito cosas, personas, seguidores en instagram, necesito ser rica, exitosa, próspera… Lo necesito… ¿Lo ne-ce-si-to? Como dice Sergio Fernández realmente no necesitamos nada más que respirar, comer, beber y dormir. Lo demás es añadir confort a esas cuatro cuestiones básicas.
Dejar ir es tan fácil de decir como difícil de hacer cuando hay miedo, dependencia, emociones fuertes por el medio, falta de confianza en una misma… etc.
Pero se puede. Porque el camino del desapego es interno, es personal. Es desapegarse del deber ser, del quién soy ahí fuera y re-conocerme.
Ahí dentro hay muchos tesoros escondidos, muchas capacidades, muchas habilidades, pero sobre todo mucho amor, que es la receta perfecta para practicar Aparigraha.
Encuentra una meditación de Aparigraha aquí
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