Muchas personas me comentan que no pueden sentarse a meditar porque no pueden eso de poner la mente en blanco. Además «es que no puedo quedarme quieta»; «Mi mente no para»; «No puedo parar de pensar».

Ese es uno de los primeros obstáculos que encontramos al pensar en meditar. Ese «pensar»…

Primero, porque nos falta entender- «desde la mente»- que la mente no se puede quedar en blanco. Si la naturaleza de la mente es pensar ¿cómo podemos pedirle que deje de ser ella? Cuando meditamos, no pretendemos que la mente se pare.

Simplemente, empezamos por observar ese contenido de la mente. Y poco a poco los pensamientos se espaciarán y, poco a poco, pasaremos de todo eso que nos pone la mente delante y entraremos en este estado de meditación.

Claro, no es automático ni se consigue en seguida.

De todas formas, hay que tener en cuenta otros elementos que participan en la meditación: la postura, el espacio, el tiempo, etc.

Pasos para meditar

  • Primero de todo es encontrar el momento y el espacio. Preferiblemente, un momento y un espacio en el que estés sola/solo, sin interrupciones (personas, teléfono, etc). Un espacio agradable, un momento sin prisa.

Incienso, velas, temperatura perfecta pueden ayudar. Pero no son obligatorios estos detalles tampoco, sobre todo si no te sientas a meditar porque no los tienes. De hecho, puedes meditar en un parque rodeada de personas, perros, sonidos,…

Pero volviendo al principio. Encuentra ese momento y ese lugar en el que puedes estar mirando hacia dentro un ratito. Si estás empezando a meditar no te pongas un objetivo grande de tiempo. Comienza por regalarte 5 minutos cada día para ello.

  • Después, es importante encontrar la postura adecuada. Según tu cuerpo, su flexibilidad, la costumbre… podrás sentarte en el suelo con las piernas cruzadas o con las piernas extendidas y ayudándote de una pared. Sentarte sobre un cojín, levantar las caderas, ponerte de rodillas… También puedes meditar en una silla. Lo de tumbarse…mejor no, porque corres el riesgo de dormirte… que oye, está bien, pero no es meditar y era a lo que ibas.

el centro de todo: la respiración.

¡Qué poca atención le prestamos a la respiración. Y pensar que es lo primero y lo último que hacemos en la vida. Pero lo damos por sentado. Sólo nos fijamos si nos falta aire o si estamos muy aceleradas.

La respiración nos indica muchas cosas y nos habla de cómo estamos. Si respiramos de forma clavicular o de forma agitada, puede ser que estemos con estrés, angustia, tensión. Si la respiración es lenta, estamos en momentos de calma, quizá de letargo.

Respirar conscientemente es algo que nos ayuda a parar, mirarnos, integrar lo que estamos haciendo, a ver cómo nos sentimos. A veces cuando tenemos algún susto o algún agobio, respiramos hondo, casi suspiramos. Pero hacerlo consciente te puede ayudar a parar e integrar lo que estás sintiendo.

Cuando me llega algún momento de estos, en los que la emoción me asalta, me detengo. Paro. Respiro Hondo y profundo (abdomen, pecho, clavícula). Aspiro la vida a profundidad. Y sigo así varias rondas.

De esta forma me ayudo a integrar lo que estoy sintiendo, más allá de lanzarme al drama. Lo siento pero no profundizo, lo integro. Es una forma de abrazar la emoción., darle su lugar y no reprimir. Tampoco ahondar.

También lo hago cuando tengo una emoción «positiva» que me sobrepasa- Respiro hondo, integro y sigo.

Este proceso consciente de respirar ayuda a tomar conciencia de dónde estamos y a ver cómo estamos en ese instante.

te invito a respirar.

Ahora, en este momento.

Cierra tus ojos y respira hondo 5 veces. Hazlo. Venga.

¿Ya?

Observa los cambios . ¿Sientes que la vida te pesa menos? ¿que puedes ir menos con la lengua fuera? ¿sientes que estos 30 segundos te han ayudado a algo?

Si lo miras por el tiempo que te lleva, verás que esto de respirar son todo ventajas.

Así que, cuando te acuerdes, observa tu respiración, detente unos instantes y respira.

Para ayudarte

Aquí tienes dos meditaciones guiadas para respirar.

Son 10 minutos que pueden ayudarte a cambiar la perspectiva.

Y si no tienes ese tiempo, respira conscientemente el ratito que puedas.

ANCLAR LA MENTE A TRAVÉS DE LA RESPIRACIÓN
MEDITACIÓN CON CONTEO DE LA RESPIRACION

Y AQUÍ TODAS LAS MEDITACIONES GUIADAS


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