Brahmacharya: ¿El control de las pasiones?.
Tradicionalmente este yama -o acción a evitar- se ha traducido como el control de las pasiones, no dejarse llevar por ellas. Así dicho suena muy rígido; da la impresión de que pide tener una visión sin pasión del mundo, lo que puede sonar bastante aburrido y apático.
Como ya te habrás ido dando cuenta, las enseñanzas en Yoga son más de lo que se ve a simple vista y tienen una visión más profunda. En este caso, Brahmacharya nos invita a conocer realmente el verdadero propósito de nuestras pasiones, que puede ser que vayan simplemente a una satisfacción inmediata. Y una vez satisfecha ¿qué?. Buscamos otra, y otra, y así sucesivamente.
Tener o desear cosas no es bueno ni malo. Lo que genera sensación de vacío y una necesidad continua es la dependencia de ellas, el querer siempre más y pensar que cuando tengamos/hagamos tal cosa, estaremos felices. Pero ¡qué va! siempre aparece algo nuevo, un deseo de más y más. Creemos que cuando se cumplan todos nuestros deseos seremos felices. Pero olvidamos que la rueda de los deseos es infinita.
Imagina que hoy tienes para comer tu plato favorito. Te encanta y lo quieres disfrutar al máximo. Así que comes y comes y, de pronto, ese maravilloso placer se convierte en pesadez, sueño, letargo o dolor de barriga. Si tenías planes para después, quizá no los puedas hacer. La energía vital se centra en la digestión y se quita de otros espacios. ¿Ves? No es que no comas tu plato favorito, es que no te dejes llevar por esa emoción/pasión que acaba con tus planes de después, que te quita la energía.
Lo mismo puede pasar en una clase de Yoga. A mi me encanta la práctica de asanas, y a veces me dejo llevar por la pasión en algunas posturas. No practico Brahmacharya cuando termino la clase con menos energía que la que traía al iniciar. ¿Por qué? Porque no he estado escuchándome y viendo que no estaba siendo una práctica enriquecedora sino haciendo «yogaerobic» (término que no sé si existe, pero se refiere a todo lo que hacemos pensando que es yoga y es solo ejercicio).
Yendo a algo más profundo, cuando nos dejamos llevar por las pasiones, cuando ellas dominan nuestro mundo, nos vamos alejando del ser. Dejamos de escucharnos porque estamos con la atención en el dolor de barriga, cuando podríamos sentir la satisfacción de un buen paseo que nos conecta con nuestra verdadera naturaleza.
Brahmacharya llama a la moderación, no a la represión ni al control excesivo. Llama a buscar el camino de Brahma, no dejarse llevar por las pasiones utilizando la energía para ser mejores personas, para encontrarnos con nosotros mismos, estar en nuestro centro, encontrarnos con el Ser superior.