Santosha, el contentamiento, también puede entenderse como alegría, satisfacción, complacencia, regocijo, alborozo, gozo…

Suena fantástico y dan ganas de ponerse a tope con este niyama, con esta actitud a promover de forma interna.

¿Somos realmente capaces de vivir de esta manera, constantemente en contentamiento? 

Tenemos momentos de alegría, de satisfacción, incluso de risas locas, pero siento que no vivimos en un contento pleno de alegría y satisfacción.

¿por qué no vivimos en santosha, el contentamiento?

La pregunta del millón.

Se me ocurren tres razones. 

  1. .Vivimos en escasez. De alguna manera nuestra sociedad nos incita a consumir constantemente para tener más cosas: más gigas, más canales de tv, más comida diferente, mejor teléfono, mejor coche, más dinero, mejor trabajo,…

Todo es una constante de querer más, de no conformarnos con lo que tenemos.  Eso nos da una sensación de escasez, de que no tenemos de que «nos falta».

Y claro, si falta, hay un vacío, no hay plenitud ni gozo. 

2. No conformarnos. 

Conformar: ir con la forma

Con la forma en las que vienen las cosas.  Es otra manera de decir «fluir», que es una palabra que está muy trillada y ya casi creo que está perdiendo mucho de su significado. 

Si las cosas vienen rápido, pues vamos rápido. Si vienen mal dadas, pues las encaramos y vamos con ellas, no evadimos, no luchamos. Si vienen fenomenal, las disfrutamos pero no nos apegamos, dejamos que las cosas sean y hacemos lo necesario por convivir con ellas. 

Es que además hay muchas cosas que escapan a nuestro control. Bueno, todo escapa a nuestro control. En lo que sí podemos influir es en la actitud que tomamos ante las cosas.

Ya hemos observado en entradas anteriores, cómo la aceptación es una parte importante de una vida plena.  Aceptar es asumir que las cosas son así. Quizá en algún momento podemos hacer algo por cambiarlas y en otro momentos no. Saber esto nos da la tranquilidad de hacer lo necesario sin frustración, sin rabia, sin lucha. 

¿Qué se te mueve dentro cuando escuchas o lees «dejar ir» y «aceptar? Quizá mucha resistencia:

¿Por qué tengo que aceptarlo si no me gusta? 

De nuevo, la forma. Aceptar las cosas que trae la vida no quiere decir que siempre estés de acuerdo con lo que sucede, pero es que resistirse tampoco resuelve nada. 

Un poco de practicidad en la vida ayuda a reducir el sufrimiento y a vivir con más satisfacción. 

Las cosas son como son y a veces se pueden cambiar, pero otras veces no.

Cuando se pueden cambiar, es estupendo ponerse manos a la obra y hacer las modificaciones necesarias. Pero cuando las situaciones y acontecimientos no se pueden cambiar, lo único que se puede cambiar es tu actitud y respuesta.

Si querías salir al campo pero llueve y no te gusta mojarte, fluir es aceptar que llueve y hacer otro plan compatible con la lluvia. Y no engancharse con el «qué mal que llueva, qué rabia, por qué justo hoy…», ya que eso genera más frustración, enojo, ira, rabia, tristeza; impotencia, victimismo, etc.

3. La tercera razón que se me ocurre es no nos conocemos y no sabemos lo que tenemos. Casi no sabemos ni quiénes somos.

No sabemos lo que tenemos o lo que somos y nos creemos que lo de fuera es lo bueno (volvemos al punto 1). Nos hace falta un poco de mirada interna y reencontrarnos, reconocernos .

¿cómo ponemos en marcha santosha?

Santosha nos invita a la maravillosa capacidad de agradecer y apreciar lo que SI tienes. 

Si aprecias lo que tienes -no solamente en cuestión de objetos sino de capacidades y atributos- te darás cuenta de lo afortunada que eres.

Pero de corazón, desde el agradecimiento total, no desde la pose.

Agradecer las experiencias, las situaciones, dejando fuera el juicio, el «bueno-malo». Solo agradecer que sucedan cosas, que las podemos vivir y conectar con ellas. 

Vibrar diferente. 

Vibrar diferente te sitúa en el aquí y en el ahora. 

Te das cuenta de que el presente es el único momento de conciencia pura, un momento irrepetible y único.  Y es una alegría ser consciente de lo que está sucediendo en este instante

Si miras hacia el pasado o hacia el futuro, encontrarás el descontento, la nostalgia, la ansiedad, la fantasía, el miedo…y en cambio en el presente es diferente. 

ES lo que ES.

En este instante, tienes este texto delante tuyo que te invita a contentarte y valorar lo que eres, lo que tienes y lo que estás viviendo. Si te das cuenta, siempre estás sostenida. 

Nada te falta, de verdad. 

Todos los tesoros están dentro de ti.

¿Me los cuentas?

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Perfecto, ya estás sucrit@.